En muchas ocasiones la primera imagen que se le viene al gran público sobre la palabra demolición es «la bola de demolición». Quizás este imagen haya sido instaurada por películas y/o documentales sobre la profesión donde aparecía esta técnica tan espectacular de demolición, Pero:
¿Se suele utilizar la bola de demolición?
La respuesta es que no, y es debido a varios factores:
- La irrupción de nuevas máquinas e implementos específicos para la demolición de edificios
- La demolición incontrolada que se genera en el uso de la bola de demolición, debido a que no se controlan los puntos exactos de impactos y la demolición se produce por empuje, sin saber como se va a comportar la estructura a demoler tras el impacto.
- La peligrosidad del propio sistema. La bola de acero, de varias toneladas de peso, va conectada a una grúa mediante un cable de acero y mediante el moviimiento de la grúa mueve la bola a modo de péndulo. Existiendo el riesgo de ruptura del cable, podemos decir que existe el riesgo de que la bola salga disparada como un proyectil, pudiendo generar un accidente de consecuencias mortales. Por lo tanto en una matriz de riesgo es inadmisible.
En el siguiente enlace se puede ver un vídeo con la comparativa de la bola de demolición y los nuevos sistemas de demolición mediante implementos hidráulicos:
https://www.youtube.com/watch?v=kbzMH9uXv7Y
Por último citar que, hoy en día, si podemos encontrar algún escenario donde se utilice la bola de demolición como obras extremadamente singulares o en escenarios donde no hay disponibles maquinaria y/o implementos hidráulicos específicos de la actividad.